Según parece, Susan Weese, una estadounidense de 57 años, desarrolló una extraña atracción por los esqueletos cuando estuvo trabajando como ilustradora médico. Y tal es su fascinación que hace un año llegó a invitar a uno, al que bautizó con el nombre de Sam, a acompañarla en el viaje que iba a realizar por Europa durante un año.
Y su viaje culminó hace muy poquito, precisamente y concretamente, el Dia de los Difuntos acabó la travesía recorriendo varias ciudades europeas, en la que no faltaron anécdotas como cuando la detuvieron en un aeropuerto, antes de embarcar, para comprobar que el compañero que la acompañaba era de material sintético.
Esta vez me he quedado sin palabras........
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