Todo el que haya ido al cine sabe que la butaca que
uno elige puede ser determinante a la hora de disfrutar de una película. Pero,
¿se puede hacer un perfil de la personalidad de alguien simplemente por el
lugar que escoja para sentarse?
Según el psicólogo japonés Hiromi Mizuki existen varias teorías sobre cómo el
funcionamiento del corazón y la mente de una persona influyen en su elección de
asiento para disfrutar de una película.
Y para demostrarlo dividió la sala de proyección en seis
secciones espaciales nombradas con letras que resumen su pensamiento en forma
de teoría, al tiempo que hace surgir también variadas hipótesis sobre la
profunda brecha de nuestra cultura con la japonesa.
Sección A: Medio de la sala, la pantalla centrada
Según Mizuki, las personas que optan por este tipo de
butacas son seguras y determinantes, ya que la pantalla es más fácil de ver
desde este lugar. La teoría que expone es que, dado que este tipo de butacas
son tradicionalmente consideradas como los mejores sitios disponibles, se suele
llegar temprano al cine o reservar las butacas on-line con tiempo, lo cuál
muestra un cierto grado de anticipación y habilidad de planificación.
Sección B: Parte de atrás de la sala, la pantalla centrada
En palabras de este psicólogo, este tipo de asientos
proporcionan una visión más amplia de todo el cine, por lo que las personas que
allí se encuentran buscan un sentido de seguridad con respecto de los demás.
“Sin embargo, también son un poco tímidas y temerosas de dejarse influenciar
por otros, por lo que inconscientemente se alejan del centro de atención”.
Parece ser un buen sitio para que lo habite un crítico cinematográfico o
alguien que ha llegado tarde.
Sección C: Primeras filas, la pantalla centrada
La teoría de Mizuki: las personas que se decantan por este
tipo de asientos tienen un deseo de estar conectados constantemente con los
demás, debido a que estos asientos llenan todo el campo de visión de la
pantalla. Y les gustan los acontecimientos fuertes y el placer de estar con
otras personas sociables . “Si sus amigos les piden ayuda, van a hacer lo que
puedan. En general, tienden a comprender y perdonar a los demás”. Le llamaremos
el amigo de la primera fila.
Sección D: Filas medias, hacia los lados
La gente en estas zonas se mantienen a una distancia
moderada de los demás y, a menudo, cerca de los espacios vacíos de los pasillos
de salida, donde pueden alcanzar la zona de espacio personal que requieren. “Al
hacer amigos, tienden hacia las personas con quienes puedan sentirse relajados
y cómodos”. No dice nada de las películas que duran tres horas y su relación
con las salidas al baño, que se muestran francas para este tipo de usuarios y
constituyen el mejor sustento de esta conjetura.
Sección E: Esquinas traseras
Aquí el psicólogo japonés se moja: estos son los asientos en
los que menos se ven a las otras personas presentes en el cine. Los
espectadores atraídos por este tipo de butacas desean saber todo lo que está
pasando, pero “no tienen la confianza suficiente para asumir las
responsabilidades de una posible interacción directa con otras personas”. Aquí
se le conoce como la “fila de los mancos” y es la preferida de las parejas que
van al cine a hacer picardías, precisamente un tipo de interacción bastante
directa.
Sección F: Esquinas delanteras
Para concluir, el profesor Mizuki se rinde a la evidencia y
afirma que estos asientos ofrecen la peor visión de la pantalla, a pesar de que
valen lo mismo que cualquier otra butaca en el cine. “Las personas que eligen
sentarse en esta sección simplemente aceptan su destino y las molestias
derivadas de ello, por lo que en su vida diaria los demás pueden aprovecharse
de su debilidad”.
Fuente y gráfico:
Tokio Monsta
Te cagas Mariloli!!!.. Si cuestión de buscarle 3 pies al gato,pues a buscas psicologos chinos.. Buenas fiestas !!. :)
ResponderEliminarTienes toda la razón Helen, los psicólogos le sacan (bueno, le sacamos) punta a todo jejeje. Un abrazo y felices fiestas también para ti,
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