Las cenizas de J.R.

El actor que interpretaba a uno de los malos más famosos de la historia de la televisión, Larry Hagman, murió ayer en una ciudad de Dallas a los 81 años, por las complicaciones de un cáncer de garganta que sufria. 

Este actor americano hizo de su papel de J.R. un personaje icónico en la historia de la cultura popular, gracias a su sonrisa malévola y a su sombrero tejano, alguien incapaz, según declaró a la revista Time, de recordar a todos los que había traicionado o con cuántas mujeres se había acostado.

La serie debutó en 1978 y tras 356 episodios originales y muchas reposiciones en la televisión, este año habia vuelto con una versión centrada en los hijos de J.R. y su hermano Bobby, en la que volvió a participar el actor.

Pero su vida personal era también bastante peculiar y fuera de la pantalla era conocido por su vida desenfrenada y por querer vivir su vida al máximo y que tenía en su casa de Malibú una bandera que ondeaba siempre y que decia "La vida es una fiesta", una fiesta en la que Hagman empezó a beber desde que era un adolescente, llegando a llevar una dieta de cuatro botellas de champán diarias.

Estas ganas de divertirse al máximo fueron llevadas incluso hasta su última voluntad, ya que como confesó en una entrevista al periódico The New York Times, quería que sus cenizas fueran esparcidas por un campo donde se planten semillas de marihuana y trigo, para que dos años despues su cosecha sirva para realizar un pastel para 200 o 300 personas que puedan decir que se han comido un poco de Larry.

Por algo dicen aquello de "genio y figura hasta la sepultura"  ...........