Hace apenas un año que Muhammad Shahid Nazir aterrizó en el
aeropuerto de Heathrow con un su portátil y una pequeña bolsa con ropa como
único equipaje. Había dejado a su familia en un pueblo de Pakistán con la
intención de buscarse la vida en la capital británica. Estaba a punto de tirar
la toalla cuando encontró trabajo en un puesto de pescado del mercado de
Queen’s en Upton Park, al este de Londres.
Y esta sería otra de tantas historias de inmigrantes en una
gran ciudad si no fuera por la particular manera en la que Nazir empezó a
captar la atención de la clientela. “Mi jefe me dijo que tenía que dar voces”,
declaró a la prensa británica. Él ignoró las habituales apelaciones del gremio y se
lanzó a cantar, sin más. Sin darle demasiadas vueltas, se le ocurrieron unos cuantos
versos animando a comprar pescado a una libra la pieza.
La cancioncita comenzaba con las frases: “"Come on ladies, come on ladies; one pound
fish. Have-a, have-a look, one pound fish. Very, very good, very, very
cheap, one pound fish". (“Vengan, señoras, vengan señoras, un pescado
a una libra. Echen un vistazo. Muy bueno, muy barato, un pescado a una libra”).
Gracias a la pegadiza canción y a
los gestos con los que la acompañaba este padre de cuatro hijos pronto se hizo
popular en el barrio. Alguien le grabó mientras trabajaba y lo colgó en Youtube. Y rápidamente Nazir empezó a recibir visitas de
turistas pidiéndole autógrafos y fotos. Y el vídeo empezó a hacerse popular en
las redes sociales hasta conseguir los más de 8 millones de visitas actuales.
El rapero Timbaland remezcló su cantinela, recibió
propuestas de matrimonio vía Twitter y Warner Music le ofreció un contrato,
vamos, como una nueva versión actualizada del cuento de la Cenicienta, en
versión masculina. Ahora es más conocido como el tipo del One pound
fish y ha lanzado un single oficial con la versión pulida de su canción
inicial y el vídeo, en el que cambia la cazadora de cuero por un traje de
chaqueta.
El ex pescadero también ha encontrado el reconocimiento en
su tierra natal y su padre, que se oponía a su traslado a Londres hoy se
muestra “muy feliz”. Nazir nunca se lo hubiera imaginado. “Me siento como si
estuviese en un sueño sabiendo que en algún momento alguien me tocará y
despertaré”, ha declarado al diario londinense Evening Standard.
Aunque el jarro de agua fría ha venido del departamento
británico de inmigración, que ha decretado que el visado de Nazir no le permite
quedarse en el Reino Unido. El cantante dejó Londres el día de Navidad con
rumbo a Lahore y no se ha confirmado si hay fecha de retorno. La deseada
reunión con su familia tuvo lugar lejos del país que a la vez le dió una
oportunidad y se la obstaculizó.
Un bonito cuento de Navidad ¿tendrá un final feliz? Pero de momento hay que reconocer que la cancioncita es pegadiza a tope y los pies se te van solos.... ¡que tiemble el coreano!
El otro día lo escuche por al radio...habrá que pensar en hacer algo de esto para sacar unos eurillos extra.
ResponderEliminarUn beso
Desde luego, a este paso y como nos sigan recortando vamos a tener que inventarnos algo ..... Un beso Andrés,
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